ACEPTACIÓN Y AYUDA A ALUMNOS CON CAPACIDADES DIFERENTES
Se considera a un niño o niña con capacidades diferentes, cuando tiene dificultad para seguir el mismo ritmo de aprendizaje del grupo y no llega a cumplir con la curricular escolar de acuerdo a su edad y su proceso evolutivo. Por lo tanto estamos ante un niño o niña que necesita una escolarización y soporte especial, ya sea a nivel individual o grupal. Pero, no solo los niños con capacidades especiales necesitan este soporte, sino también hay infantes que superan el límite normal. En este caso necesitan trabajar actividades que ayuden a potenciar su alto rendimiento académico.
LA CLAVE ESTÁ EN LA INCLUSIÓN SOCIAL !
La educación especial tiene como objetivo principal integrar y lograr la inclusión social para todos los estudiantes. En el reconocimiento de la diversidad se encuentra la clave para crear una sociedad mejor donde las personas no sean separadas y clasificadas, sino integradas como parte de un todo. Fomentar la cooperación y el entendimiento de la diversidad. En el marco de una reflexión sobre educación especial se vuelve fundamental entender los conceptos de discapacidad a lo largo de la historia. La sociedad ha tendido siempre al ocultamiento de la discapacidad y las personas que las sufren, como si se tratarse de manchas que le restan valor. Sin embargo con el avance de las tendencias integradoras se ha empezado a separar el concepto de discapacidad del de enfermedad, un gran avance que permite entender que aún con capacidades diferentes las personas siguen pudiendo aportar a la sociedad desde su lugar. Hoy la educación especial está basada en los principios fundamentales que buscan crear un ambiente educativo lo menos represivo posible. Actualmente la política educativa tiende a superar los modelos paralelos que separan a los alumnos que necesitan educación especial de los que llevan adelante su educación en el curso de la escuela normalizadora, diseñada con un marco cronológico, curricular y didáctico que toma un concepto de normalidad fijo. Hoy la escuela especial poco a poco busca integrarse a la escuela normalizadora varios años después de esta separación que termino separando a la sociedad y creando identidades especiales en los alumnos que no tenían el suficiente nivel intelectual para acceder a la escuela normal. ¿Qué se puede hacer con la educación especial hoy?.
El objetivo primordial de la educación especial en la actualidad es la implementación de estrategias para la detección y atención temprana de niños con alteraciones de desarrollo o dificultades de aprendizaje. Los docentes buscan detectar pronto estos inconvenientes para evitar su desmejoramiento y lograr una mejor integración que no derive en aulas especiales para niños con capacidades diferentes. De los docentes y el trabajo que logren hacer para integrar a los niños y ayudar en el desarrollo cognitivo de los alumnos con dificultades, dependerá el éxito de estas nuevas formas de entender la educación especial en la actualidad.
En seguida 10 ideas para trabajar de forma inclusiva en el aula
Conoce a tus alumnos: Recuerda que no todos los alumnos se encuentran en la misma situación y no todos trabajarán de la misma forma. El primer paso es conocer bien las las posibilidades y necesidades de cada uno de sus alumnos y alumnas. Es recomendable realizar un profundo trabajo de observación y una evaluación al comienzo de cada curso y de cada unidad, te será de gran ayuda a la hora de graduar los diferentes tipos de actividades a realizar.
La diversidad, toda una fortaleza: Transmite (¡y cree!) que las diferencias que existen entre las personas son un valor positivo, que enriquece el grupo. Si tus alumnos y alumnas perciben que vives las necesidades de cada uno de ellos como una carga o un inconveniente y que lo único que aporta es más trabajo, será difícil hacerles creer lo contrario por medio de la teoría.
Metodologías más activas: Las metodologías que promueven la participación del alumnado con la realización de actividades reales, actividades con contenido significativo que fomentan el pensamiento crítico y colaborativo, permiten que los estudiantes sean los protagonistas de su propio aprendizaje y que cada uno aporte lo mejor que tiene.
Para aprender diferente, evalúa diferente: Para poder tener en cuenta las características y necesidades de todo el alumnado, debemos pasar de una evaluación tradicional centrada en la calificación a una evaluación que permita aprender del error. Asociar la evaluación al aprendizaje y no a la sanción o fracaso permite que los estudiantes pierdan el miedo a intentarlo y que cada uno pueda aprender a su propio ritmo.
Actividades propuestas por nuestros alumnos: ¿Y si dejamos que sean ellos los que sugieran qué tipo de proyectos les gustaría realizar? Es importante que nuestros estudiantes se sientan protagonistas en el aula, por lo que dejar que fomenten la creatividad, motivación e iniciativa y propongan actividades para trabajar contenido de las asignaturas puede ser una genial idea.
¿Has probado ya las tutorías grupales?: Puede ser muy interesante guardar un tiempo entre horas lectivas para hacer tutorías con todos los estudiantes de la clase y así promover las dinámicas grupales, que nos permitirán conseguir que los alumnos se conozcan mejor, que interactúen de forma positiva, que estén motivados para trabajar en equipo, que tomen decisiones consensuadas…
Establece metas factibles y medibles: ¡Pero no por ello deben dejar de ser todo un desafío! Es importante diseñar unos objetivos alcanzables, pero que impliquen cierto reto y esfuerzo. Además, asegúrate de que los alumnos y alumnas los hayan comprendido completamente: si tienen claras las metas para las que trabajan, será más probable que las alcancen.
Aplica la Teoría de las Inteligencias Múltiples: Esta propuesta de Howard Gardner permite poner en valor las fortalezas de todo el alumnado y considerar que todos tienen algo que aportar. Algunos estudiantes aprenden mejor leyendo, otros manipulando, otros dibujando… Presenta el contenido de la materia utilizando diferentes medios para que todos los estudiantes tengan oportunidad de entenderlo de la manera que les resulte más sencilla.
Cuida la comunicación con tu alumnado: Si buscas que todos tus alumnos y alumnas sienta que forma parte del proyecto común de la clase, es de vital importancia que mantengas una buena comunicación con ellos. Busca espacios para poder conversar y compartir sus impresiones, preocupaciones y opiniones. Son los que mejor te pueden ayudar a medir si los cambios realizados en la dinámica de trabajo están teniendo o no resultados.
Fomenta la participación de las familias: Los familiares conocen muy bien a los alumnos y alumnas, pueden ayudarte a descubrir cómo trabajan más eficazmente y pueden ser un recurso muy valioso para un docente que está buscando diseñar un aula inclusiva. Establece con ellos una relación de confianza, manteniéndoles bien informados de todo lo que sucede dentro del aula y pidiendo su compromiso para conseguir algunos de los objetivos del curso.
Maestros y padres trabajemos en conjunto: Necesitamos otras actitudes en la sociedad. Todos necesitamos que los padres no trasladen a sus hijos la idea de que su compañero de clase es una rémora y un obstáculo para el avance de su aprendizaje. Padres que se interesen más por los enormes valores que la convivencia en la escuela aporta de verdad a sus hijos, que por sus avances estrictamente académicos y el boletín de notas. ¿Por qué y para qué esa prisa desaforada que a veces se percibe y que deja maltrecha la riqueza de los valores? Nuestros hijos tienen toda la vida para aprender. No hay absolutamente ningún estudio que demuestre que la precocidad en lecto-escritura o cálculo conduzcan al éxito académico, social o laboral y mucho menos a la felicidad personal. Permitamos que nuestros hijos se vayan formando, primero y ante todo, como personas y llenémosles después la cabeza de letras, números y datos.